sábado, 20 de octubre de 2012

¿ QUÉ ES EL DOLOR?

El dolor constituye un problema
tan ubicuo y difícil de manejar y
ejerce efectos tan profundos que podría
considerarse perfectamente como un 
estado de enfermedad,
antes que como un mero síntoma patológico...

                                                                              

          A través de toda la historia, el  manejo del dolor ha constituido una de las principales tareas
 que debe enfrentar el médico. En la actualidad, sigue siendo un problema que requiere todo el arte
y la perspicacia científica que el médico pueda ofrecer.
          El punto en el cual comienza a notarse un estímulo como doloroso, recibe el nombre de
" umbral del dolor". Determinado en gran parte por factores fisiológicos, se utiliza ampliamente 
el umbral de dolor en los animales para evaluar el dolor y la efectividad de los agentes analgésicos.
         De mayor importancia clínica es el concepto de tolerancia al dolor: el punto en el cual un estímulo llega a una intensidad tal que ya no puede ser aceptablemente tolerado. La tolerancia al dolor se ve influída en gran medida por factores psicológicos, como el grado de atención enfocado en el dolor, el nivel de ansiedad, el neuroticismo y las expectativas pronósticas de un paciente. Además, la tolerancia al dolor puede modificarse en forma considerable con los cambios en la situación física de un paciente, así como en su estado mental.
          La expresión del dolor constituye un concepto muy importante, es la forma en que un paciente
comenta su dolor. Esta comunicación puede ser verbal o no verbal y puede incluir variables autónomas, variables posturales y expresiones faciales.
          Cuando un paciente comunica menos dolor de aquél que se sospecha que experimenta, se lo considera habitualmente como un " estoico". A la inversa, cuando un paciente comunica más dolor del que expresa la mayoría de los pacientes en una situación similar, se lo llama a menudo "histérico". En realidad, esta diferencia se refiere meramente a los estilos expresivos, y representa un " continuum" que se extiende desde una inhibición total de la expresión del dolor, en un extremo, hasta una espresividad completa, en el otro.
          Para algunos grupos étnicos resulta inconcebible ser demostrativo con respecto al dolor: 
simplemente " hay que tomarlo con calma". Los norteamericanos dicen: " mantén el labio superior
apretado" y los irlandeses -norteamericanos: " no seas un niño". Para otros grupos étnicos, resulta igualmente inconcebible que se inhiban esos sentimientos. Por lo general, los ítalos-norteamericanos esperan apoyo de sus pares y que cada uno ayude al otro cuando se encuentre en un estado de angustia. Los judío-norteamericanos sienten la necesidad de " expulsarlo del sistema".
          Hemos advertido que los pacientes con dolores crónicos no malignos necesitan reunir los fragmentos de sus vidas para aprovechar su estado en la mejor forma posible y para aprender a llevar una existencia útil y satisfactoria a pesar de su dolor, lo cual resulta difícil para la mayoría de los pacientes y puede requerir un período de rehabilitación del paciente.

Fuente: David S. Janowsky - Richard A. Sternbach
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